Tras ser estudiado por el Servicio de Oftalmología, el paciente con sospecha de Retinosis Pigmentaria es derivado al Servicio de Neurofisiología donde se le realizará las distintas pruebas electrofisiológicas de la visión.
En el Servicio de Neurofisiología del Área de Salud de Mérida disponemos de aparatos de la última tecnología, algunos de ellos disponibles en muy pocos hospitales en todo el país.
Habitualmente el estudio lo comenzamos realizando unos Potenciales Evocados Visuales, prueba que nos informa sobre el estado de los nervios ópticos. Para ello usamos electrodos electro cap (electrodos sobre un gorro similares a los usados para un Electroencefalograma)
Posteriormente realizamos los Electrorretinogramas. El orden habitual suele ser Electrorretinograma Ganzfeld (tras la adaptación a la oscuridad y a la luz correspondiente), Electrorretinograma Pattern y Electrorretinograma Multifocal. Estas pruebas nos informan sobre distintos aspectos de la retina.
Para los Electrorretinogramas se usan electrodos DTL, que son un hilo muy fino sobre la superficie corneal tras aplicar una gota de colirio anestésico, haciendo que el paciente tolere la prueba muy bien y no sufra la más mínima molestia.
En resumen, un estudio muy completo que dura en torno a unos 90-120 minutos, durante los cuales el paciente está en todo momento acompañado por el médico especialista en Neurofisiología Clínica. Una vez concluidas todas las pruebas el neurofisiólogo analizará e interpretará todos los datos y las gráficas para aportar una información que le resultará de gran utilidad al Oftalmólogo.
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