Festival de Mérida
Continuamos con la programación cultural veraniega que, como cada año, viene marcada por el Festival Internacional de Teatro Clásico que, en este fin de semana, y hasta el 20 de agosto, mantiene en cartel una soberbia Salomé interpretada por Belén Rueda, acompañada de Luisa Martín, Juan Fernández y Pablo Pujol, entre otros. Además, el viernes, el Parador de Mérida acoge una nueva representación de 50.000 pesetas a cargo de Taptc? Teatro.
Además, el sábado se podrá disfrutar nuevamente del pasacalles del Festival “El reino marino de Poseidón”. Por último, la plaza de España acogerá el domingo a las 12 de la mañana un nuevo pase del ciclo infantil “Héroes y heroínas” en los que, en esta edición los cuentos presentan personajes vulnerables que se han visto acosados, perseguidos o humillados, pero con la ayuda de una nueva sociedad en construcción consiguen señalar a los culpables y recuperar el respeto que merecen.
También dentro del festival, se puede disfrutar de la exposición temporal dedicada a los foros de Augusta Emerita, espacios de prestigio y poder en el Museo Nacional de Arte Romano. La exposición es parte de la oferta estival del Festival y permanecerá durante todo el año hasta la siguiente edición.
Otra exposición que ya se encuentra abierta, en este caso en la propia sede del Festival, en la calle Santa Julia, es al denominada “Alas y viento. Una vuelta al mundo de la danza y teatro. Enmascarados”. Se trata de piezas únicas, con orígenes diversos, de plena actualidad o en vías de extinción (algunas de ellas centenarias), todas con un enorme trasfondo cultural. Estas piezas han estado y están íntimamente ligadas a la historia del teatro, a las danzas y ceremonias de todo el mundo.
Cine al aire libre
La XVII edición del Ciclo de Cine de Verano al Aire Libre continúa este viernes en el auditorio del Parque de las VII Sillas, a partir de las 22:30 horas, con entrada libre y gratuita con la proyección de la película “El viaje de Chihiro”. Chihiro es una niña de diez años que viaja en coche con sus padres. Después de atravesar un túnel, llegan a un mundo fantástico, en el que no hay lugar para los seres humanos, sólo para los dioses de primera y segunda clase. Cuando descubre que sus padres han sido convertidos en cerdos, Chihiro se siente muy sola y asustada.
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